Se pensaba en la previa que Brad Ridell le sería más difícil, que podría llevarlo a aguas más profundas, pero para «The Tarantula» fue un mero trámite.
Cerrar las preliminares de UFC 276 con lo que habíamos visto antes tenía una carga extra: Una guerra entre Brad Tavares y Dricus du Plessis, una presentación de Ian Garry que fue de menos a más, Jim Miller sometiendo a Donald Cerrone y el “Cowboy” dejando los guantes en el centro del octágono, haciendo que muchos fanáticos aguantaran las lágrimas (aunque a muchos se les cayó más de alguna).
Esa carga era la que tenían Brad Riddell y Jalin Turner cuando entraron al octágono. Seguir dando espectáculo y que los fanáticos se mantuvieran enganchados. Uno con el objetivo de volver al triunfo y el otro de seguir la racha de finalizaciones.
5 de 5 para “The Tarantula”.
En el papel era una gran pelea para ambos. Tanto Jalin Turner como Brad Riddell tenían las herramientas necesarias para materializar en el octágono lo que habían hecho en el campamento. Muchos pensaron que Riddell era el peleador ideal para poner fin a la racha con la que llegaba Turner y también fue enfático en sus declaraciones durante la semana, pero las palabras quedaron ahí… en el aire.
Desde un inicio “The Tarantula” impuso su estilo, presionando. Con esos argumentos llevó rápidamente a “Quake” a la reja, conectó una derecha que lo hizo retroceder, tiró una patada alta que estuvo a punto de llegar a destino. Pero detrás de ella vino una izquierda que Riddell sintió y lo hizo buscar el derribo, dejando expuesto el cuello.
Fue un regalo para Turner, quien ajustó los brazos y en vez de sentarse a cerrar la guillotina quiso quedar por encima, montado. Ahí es donde hizo el ajuste y a Riddell solo le quedó tappear antes de dormirse.
Un paso al ranking.
Ganarle a un Top 15 no es fácil, pero Jalin Turner lo hizo en solo 45 segundos, agregando una nueva finalización a su racha y a su récord. Derrotó al #14 de su división y con esa victoria se ganó el derecho de ingresar al ranking de las 155 libras.
La flamante posición en la escalada de las 155 lbs. presenta un nuevo reto: Ganarse el derecho de intercambiar cuero con los mejores de la categoría. Para eso deberá exigirse más en los entrenamientos, pues el nivel irá creciendo a medida que su proceso lo pueda acercar algún día a la cima. Talento tiene de sobra.
